El dormitorio es una de las estancias más importantes de la vivienda, de modo que decorarlo no es tarea fácil, sobre todo si tenemos en cuenta que es la zona de mayor intimidad de la vivienda.
Para acertar en la decoración y que el dormitorio sea estiloso en primer lugar debemos planear qué queremos, para visualizar prioridades y necesidades. A partir de ahí, comenzar con la tarea.
La organización del dormitorio
El dormitorio es el lugar de descanso por excelencia en la vivienda, y para conseguir un buen descanso es imprescindible la armonía visual. En el centro del dormitorio, o como centro neurálgico, debe aparecer la cama.
Es una buena idea que la cama tenga capacidad de almacenaje, y ahí aparecen como posibles soluciones los canapés, aunque también hay camas con cajones o modelos que incorporan espacio de almacenamiento.
Menos es más, estancias ordenadas y despejadas
Esta idea se impone como una práctica muy recomendable a seguir. Consiste en ubicar en el dormitorio únicamente aquellos elementos que permitan hacer de esta estancia un espacio ordenado, diáfano, con amplitud visual, y que esto recree esa sensación de relajación.
Algunas ideas son instalar armarios de puertas correderas o colocar una o dos mesitas de noche en lugar de una cómoda, si el espacio es reducido.
La luz, priorizar la iluminación natural
La iluminación es otro aspecto importante. Si no se dispone de suficiente luz natural, que es siempre lo más recomendable, hay que distribuir al máximo los elementos para aprovechar al máximo la iluminación.
Lo ideal es contar con tres tipos de iluminación artificial: lámpara de techo para iluminación general; luz focalizada en un área determinada como el armario o el vestidor; y luces de apoyo para crear atmósfera.
Con estos consejos básicos, que solo son recomendaciones generales, es mucho más cómodo comenzar a decorar el dormitorio y conseguir ese objetivo que se busca, que el dormitorio sea un espacio de paz y relajación que incite al descanso.