El horno es un electrodoméstico muy versátil en cocina. Con él se pueden preparar todo tipo de recetas, hasta las más sorprendentes. Hoy vamos con una de ellas, te enseñamos a tostar almendras al horno.
Mejor en casa que fuera
Tostar almendras al horno es la fórmula perfecta para evitar que pierdan sus propiedades. Los frutos secos pierden parte de sus beneficios nutricionales cuando se les quita la cáscara, de modo que si hacemos el cocinado directamente en casa estaremos sacando el máximo partido posible a este producto.
Otro motivo para utilizar el horno de casa es comprobar los distintos niveles de tueste, algo que no puedes degustar con las almendras compradas en el supermercado.
No obstante, en caso de que quieras tostar almendras al horno, ten mucho cuidado con el tiempo de cocinado, pues los frutos secos pasan rápidamente de tostados a quemados. Con 10 o 12 minutos de horneado es más que suficiente en la mayoría de casos.
¿Cómo tostar almendras al horno?
El proceso de tueste ha de ser siempre con cáscara. Para darles más sabor puedes introducirlas previamente en un cuenco y condimentarlas con sal y especias. En esos minutos que van adquiriendo el sabor de las especias puedes ir precalentando el horno a 170 o 180 grados centígrados.
Una vez el horno ha tomado suficiente temperatura, colocas las almendras en una bandeja y las introduces. A los cuatro o cinco minutos hay que removerlas y dejar pasar esa misma cantidad de tiempo. A los 10 minutos de ser introducidas ya deben estar listas, por lo que tendrás que comprobar su estado.
No pongas varias capas de almendras sobre la bandeja, sino solo una bien esparcida, y usa un papel vegetal entre los frutos secos y la bandeja. Cuando tengan el punto perfecto de cocción, sácalas del horno y ponlas sobre una superficie fría. Para consumirlas solo hay que esperar unos minutos hasta que hayan perdido temperatura.