Los considerados muebles viejos siempre han sido objeto de deseo por lo mucho que pueden vestir una estancia. En las tiendas de coleccionista siempre han acaparado miradas, sobre todo los de aspecto ajado, y ahora esa popularidad va creciendo.
Tiene que ver con las nuevas técnicas que se les puede aplicar para sacarle el máximo partido, para sumar estética a un elemento que ya puede poseer mucho encanto por sí solo.
Si tienes uno quieres restaurarlo, echa un vistazo a estos procedimientos básicos.
Restaurar muebles viejos con pintura
Se trataría de pintar el mueble, sí, pero sin renunciar a ese aspecto gastado que tan bien está funcionado. Para ello, tras el pintado se procederá después al lijado con el que envejecer ciertas partes.
Para que el proceso termine con éxito hay que prestar atención al tipo de pintura que se usa. Si el mueble contaba con barnices, habrá que retirarlos para que el nuevo color se adhiera mejor y, en todo caso, la pintura a aplicar tendrá que ser luego fácil de degastar con el uso de lija. Mejor que no tenga base aceitosa, pero ante la duda pregunta a tu proveedor habitual.
Si quieres ir más allá, puedes pintar en dos colores para que, una vez lijes, el que se vea sea el primero. Buena opción para jugar con tonos como los pasteles.
Cintas para darles un nuevo aire
Si se quiere respetar el color original, se pueden restaurar muebles viejos simplemente usando una cinta especial, la famosa Washi Tape. Se vende en múltiples diseños, desde discretos colores planos a estridentes estampados, y permiten miles de fórmulas de coloración.
Bordea los cajones, opta por líneas irregulares para crear un diseño más abstracto, superpon tiras en horizontal o vertical. Son solo algunas ideas.
Papel pintado para restaurar muebles viejos
Más allá de la cinta está el papel, que invita a forrar los muebles. Te sugerimos que prestes atención a los cajones y optes por un diseño que vaya acorde con el resto de la habitación. Puedes variar varios del mismo tono.