La restauración de muebles es una profesión y una afición que permite a mucha gente ofrecer una segunda oportunidad al mobiliario de los edificios y las viviendas. En cualquier caso, restaurar muebles no es una tarea sencilla, por ello os ofrecemos ocho interesantes consejos para hacer un buen trabajo.
Trabajar en interior
Es mucho más apropiado restaurar muebles en espacios interiores que en exteriores, para que las condiciones meteorológicas no afecten a la madera. El sol, la lluvia o la caída de elementos pueden perjudicar el trabajo de restauración.
Limpiar bien los muebles
Antes de comentar a restaurar muebles es imprescindible limpiarlos bien para eliminar cualquier rastro de polvo o suciedad. Basta con un paño de algodón y agua con jabón. Tras esto, hay que secar bien el mueble.
El lijado, primer paso
El primer paso a la hora de trabajar un mueble es el lijado, que es lo que va a permitir conseguir una superficie lisa y preparada. Tras el lijado, limpiar bien para retirar todo el serrín.
Emplear el papel de lija directamente, nunca
Si se debe lijar para restaurar muebles, hay que evitar emplear el papel de lija de manera directa. La mejor opción es rodar un taco de madera con la misma y ayudarnos del papel para realizar el trabajo.
Brochas sumergidas en agua
Antes de pintar con brochas podemos dejarlas sumergidas en agua unas 10 horas y posteriormente dejarlas secar, de ese modo caen todas las cerdas sueltas y no se quedan en la superficie del mueble.
Envolver las brochas con papel de periódico
Para poder volver a usar las brochas, el truco está en limpiarlas con disolvente, envolverlas con papel de periódico y guardarlas en posición horizontal.
Limpiar todos los productos
Cuando se hayan terminado con las tareas de restauración, es importante asegurarse de que no existen restos de producto: barniza, pintura, madera… en los bordes. Así conseguimos retirar la tapa sin problemas cuando deba volver a ser utilizada.
Barnizar en días despejados
En cuanto al barnizado, hay que proceder a ello en días despejados, nunca en días lluviosos o con mucha humedad.