¿Eres más de cocinas abiertas al resto de zonas o te decantas por cocinas cerradas e independientes del resto de la casa? Existe un amplio debate en torno a esta cuestión entre muchos usuarios, que debaten, según la opinión de cada cual entre las ventajas e inconvenientes de las cocinas abiertas o cerradas. ¿Qué opción es la más adecuada entonces? Se podría decir que no hay ninguna que prevalezca sobre la otra claramente, ya que va a depender de las preferencias personales de cada familia. Por ello, vamos a analizar estos aspectos y trataremos de ayudarte en esta elección.
Ventajas e inconvenientes de las cocinas abiertas frente a las cerradas
Una de las primeras ventajas de una cocina abierta frente a otra cerrada es la de mayor amplitud. Al derribar paredes y muros se gana en amplitud y además los espacios se perciben como más grandes, al observarse comunicados de forma visual. También ayuda a la sociabilidad ya que no encontramos los espacios cerrados entre paredes, lo que favorece un desarrollo más comunicativo entre las personas.
La luminosidad es otra de las ventajas de una cocina abierta ante una cerrada. Normalmente las cocinas suelen contar con una ventana para la ventilación, aunque en ocasiones suelen ser pequeñas o están orientadas a patios de luces con no mucha claridad natural. Si lo que se quiere es apostar por una buena iluminación, elegir una cocina abierta favorecerá este factor ante una cerrada.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de valorar ventajas e inconvenientes de las cocinas abiertas y cerradas es la facilidad o no para desarrollar tareas cotidianas. A la hora de poner la mesa o retirar los platos y objetos del comedor queda perfectamente claro que el espacio abierto ofrece una transición más cómoda y fluida que un espacio cerrado y delimitado.
Para finalizar, un punto que debe tenerse en cuenta en el que la cocina abierta corre con cierta desventaja y es la propagación de los olores. Ni aunque tengamos la campana más potente del mercado evitaremos totalmente la propagación de olores en una cocina abierta, hecho que queda reducido si contamos con una cocina cerrada y aislada del salón y otras estancias.