A la hora de decorar un dormitorio infantil hay que tener en cuenta varios aspectos importantes: los gustos de los niños, la seguridad, el orden, el espacio para que jueguen y sobre todo que van a ir creciendo y, posiblemente, sus gustos cambien con el tiempo.
Para hacer más sencilla la tarea de decorar un dormitorio infantil, a continuación os proponemos algunos consejos.
Camas bajitas para evitar las camas nido
En un dormitorio infantil, especialmente si es para un niño pequeño, es habitual instalar camas o cunas con barrotes. Esto resta movilidad al pequeño, aunque nos aseguramos que esa dosis extra de seguridad. Sin embargo, una alternativa es optar por camas muy bajitas o bien directamente un colchón sobre el suelo. Así, si el pequeño cae, no se hará daño con el suelo y ganará en movilidad.
Mantener el orden
Otra de las grandes claves en un dormitorio infantil es el orden. Los niños pequeños suelen tener mucha ropa, juguetes y todo tipo de objetos. Una fórmula para mantener el orden es adaptar la cómoda poniendo sobre ella una colchoneta anatómica encima, que s epoda quitar cuando no sea necesaria y así devuelva a este mueble su función para guardar ropa y otros objetos.
La creatividad
Un tercer aspecto a cuidar es el de la creatividad. En cualquier dormitorio infantil debe existir el ambiente idóneo para que el pequeño estimule su creatividad, de modo que siempre es interesante incluir una zona de juegos, una alfombra lavable, cierto orden para almacenar los juguetes… en definitiva, que el pequeño sienta que su habitación es su mundo particular.
Lugar de estudio
Al igual que como zona de juegos, el dormitorio infantil ha de ser también un espacio adecuado para el estudio. Sillas y mesa cómoda, suficiente luz natural y colores que no provoquen sensación de estrés como el verde o el azul son los más adecuados. Así mismo, el blanco es una buena opción porque genera un clima sereno, de orden y limpieza.
Tener en cuenta que los pequeños van creciendo
Un niño de cuatro años no tendrá las mismas necesidades que uno de diez. Eso hay que valorarlo. En el mercado existen muebles evolutivos, como por ejemplo cunas que se transforman en cama infantil y posteriormente en sofá que pueden ser una buena opción.
Mobiliario por edades de los pequeños
Cuando los niños tienen de 0 a 2 años, lo más importantes son las tareas de dormir y cambiar la ropa. Hay que tener en cuenta que en el futuro la cuna por una cama y el cambiador por un escritorio.
Cuando el pequeño va creciendo, el escritorio gana en importancia, pues es fundamental que los niños se acostumbren a un lugar para realizar sus tareas, y que entre aquí el juego, para que no asocien deberes u obligaciones con algo aburrido.
En la etapa de los 7 a los 12 años es aconsejable no recargar el dormitorio infantil de motivos demasiado infantiles, pues los niños empiezan a dejar estos motivos a un lado. Una opción económica para la decoración son los vinilos: sencillos de actualizar y fáciles de poner y quitar.
Cuando los hijos entran ya en la adolescencia es cuando más hay que valorar sus gustos, para que se sientan cómodos y hagan de su habitación su espacio propio.