El dormitorio es el espacio de la casa más íntimo y personal, el lugar dedicado al descanso que, más incluso que otras estancias, debe ofrecer comodidad y calidez.
1. Criterio al escoger el dormitorio
Habitualmente, ya en el diseño del proyecto de construcción se designa qué habitación tendría qué objetivo. Pero aún así merece la pena detenerse a pensar si la opción dada es la mejor para montar el dormitorio. ¿Tiene suficiente espacio? ¿Entra suficiente luz? ¿La ventana da a una calle principal ruidosa o a una con menos ajetreo? El descanso es lo primero.
2. Selección acorde de colores
Hay que tener en cuenta los gustos personales, sí, pero también considerar cómo los colores influyen en la psicología.
Para el dormitorio, la combinación de tonos azules son una magnífica opción, puesto que aportan sensación de armonía. El verde transmite tranquilidad, mientras que los naranjas pueden resultar acogedores si se opta por tonos no demasiado estridentes. Si no, siempre se puede jugar con neutros como blancos y marrones.
Más original resulta el papel tapiz para la pared, con una colección de estampados con motivos naturales, geométricos o colores planos combinados que no pasarán desapercibidos.
3. La cama como elemento central
Es la parte más importante del dormitorio por su función y por las posibilidades que ofrece en decoración. Todo podría comenzar eligiendo un cabecero bonito, y son muchas las propuestas: de forja, de madera, de materiales reciclados, tapizados… La tendencia de este 2017 habla de cabeceras personalizadas, hechas con elementos como palets o viejas puertas y decoradas al gusto.
Dependerá de la elección que se haya hecho en muebles y colores para la pared, se elegirá la ropa de cama acorde, con juegos de colchas, fundas y cojines que darán un toque muy elegante.
4. Accesorios para sumar
Para completar el dormitorio más acogedor, se puede dar protagonismo a otros elementos como cortinas, luces especiales, vinilos, marcos y otros enseres decorativos.