Decorar la cocina adecuadamente es recomendable para hacer de ella un espacio deseable, cómodo. Pero hacerlo según la tendencia puede conllevar un riesgo, el de acometer cambios de calado cuando esté pasada de moda y nos hemos cansado de ella.
Lo mejor es decorar la cocina de forma que se preste a la versatilidad. Y, para conseguirlo, hay unos consejos que pueden resultar de utilidad.
1. Uso de colores neutros
La combinación de colores como el blanco, el negro o el gris nunca pasará de moda. El primero aporta luminosidad y es la mejor opción para cocinas pequeñas, por la sensación de amplitud que genera. El negro es ideal para ciertas superficies, como la encimera, porque disimula la suciedad, mientras que el gris en los electrodomésticos da un toque muy elegante.
2. Acabados imperecederos
Las texturas de madera, en tonos más claros o más oscuros, son recurrentes a la hora de decorar la cocina, y tampoco pasan de moda. Lo mismo sucede con los acabados cromados.
Pero, más que de aspecto, hablamos de inversión en materiales como el granito o el cuarzo, que son resistentes y muy duraderos. Además, componen piezas de gran belleza.
3. Paredes que mutan
Dejar al menos una pared de la cocina en blanca significa poderla renovar al gusto cuando se considere conveniente. Se pueden pintar motivos (los naturales están de moda), colocar vinilos, cambiar elementos decorativos como un reloj o platos de cerámica o incluso colocar baldas para ir variando macetas y otros recipientes ornamentales.
Otra opción es dejarla libre para cambiarla de color de cuando en cuando.
4. El poder renovador del menaje
Las tazas, los envases para cereales y legumbres, el frutero, la panera… El menaje puede tener también un papel importante a la hora de decorar la cocina. No hace falta cambiarlo, a veces es suficiente con colocar alrededor un lazo, una tira de encaje o ponerle una pegatina decorativa.
Todo cuenta, pero lo ideal para que esos pequeños cambios tengan protagonismo es optar por enseres de diseño neutro.