A nada de que se procrastina en la tarea más de la cuenta, las paredes se llenan de una grasa pegajosa, el suelo se cubre de manchas o el frigorífico comienza a oler mal. Lo de limpiar la cocina no es algo que se pueda dejar pasar una y otra vez, porque de ello depende conservar unas óptimas condiciones higiénicas que sean la mejor prevención.
Pocos ingredientes bastan para conseguirlo sin esfuerzo: el quitagrasas que más guste, un poco de bicarbonato de sodio, limón o vinagre irán como la seda.
Cómo limpiar la cocina
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La nevera
El frigorífico se debería limpiar, al menos, una vez cada tres meses. con todo lo que ello implica: apagado, vaciado, eliminación de productos en mal estado, desmontaje de baldas y estanterías, lavado de juntas, de baldas, estantes y cajones, así como del interior y el exterior. ¿Con qué producto? Una esponja con agua y jabón puede ser suficiente.
La limpieza a fondo también incluye el congelador, el vaciado de la bandeja de drenaje y la parte trasera.
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El horno
Basta con utilizarlo en un par de ocasiones para que se llene de suciedad. Para limpiarlo, lo más recomendable es mezclar una taza de bicarbonato con agua, que se ha de pulverizar en el interior con las rejillas previamente retiradas. Conviene dejar que haga efecto toda la noche.
El vinagre, un elemento 10 para limpiar la cocina, será nuestro aliado a la mañana siguiente, cuando se debe vaporizar por la superfice y frotar luego con una esponja. En cuanto a las rejillas, con untar aceite, espolverar sal y frotar con media patata será suficiente.
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La vitrocerámica
Para limpiar la cocina y zonas aledañas, como la encimera y algún electrodoméstico anexo, pon quitagrasas, deja actuar durante unos 10 minutos y retira con una servilleta. Los fabricantes o distribuidores suelen recomendar uno u otro.
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Las paredes
Para la grasa que se queda en las paredes, un remedio casero infalible es el agua caliente y el vinagre.
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Elementos del sistema eléctrico
Limpiar la cocina también es prestarle atención a ellos. Atención a la fórmula de agua, limón y un paño para las lámparas, y al algodón con alcohol en los interruptores.