El armario es ese mueble infernal en el que vamos acumulando prendas de ropa, complementos, zapatos y… en ocasiones hasta ropa de cama. En el ámbito doméstico, hay pocas cosas más estresantes que un armario desorganizado. Tener que ir cada mañana a coger la ropa del día e intentar coger prendas sin desorganizarlo todavía aún más es un reto.
Con la idea de poner un poco de orden, te mostramos algunos consejos para organizar el armario… y no morir en el intento.
Hacer inventario, seleccionar las prendas y complementos
La primera tarea pasa por revisar toda la ropa y donar todas aquellas prendas que no se utilicen y ya no resulten útiles. Sí, sabemos que la moda es cíclica y que hay prendas a las que le tienes mucho apego sentimental, pero hay que intentar superar esto, no convertir el armario en una muestra evidente del síndrome de Diógenes.
Organizar un sistema para la ropa
Un segundo consejo para mantener el orden dentro del armario es distribuir las diferentes prendas en función de su categoría: todos los pantalones largos por un lado, los shorts en otro, las camisetas, las blusas, la ropa de diario y la reservada para ocasiones especiales, etc.
Ubicar la ropa por estaciones
Esta recomendación obliga a hacer limpia de manera periódica, es decir, cuando se aproxima el verano, retirar del armario la ropa de invierno, para que el mueble quede más despejado. Igual ocurre en invierno con la ropa de verano.
Si es posible, la ropa que no se utiliza en una determinada época del año debe ser almacenada en otro armario, en un baúl, en un altillo o en otro lugar.
Perchas para tener la ropa más accesible
En un armario juegan un papel importante las perchas, y como consecuencia de ello, también los ganchos para colgar prendas. De este modo se liberan cajones y espacio de almacenamiento y la ropa de mayor uso está más accesible.
Sacar partido de los cajones
La última práctica aconsejable es la de sacar el máximo partido posible al espacio de almacenamiento, en concreto a los cajones. Si las camisetas y pantalones se organizan de manera horizontal en lugar de en vertical, se gana espacio para acumular más ropa.