Las cocinas realizada con formica son los acabado de las puertas de siempre, también de aglomerado que pueden estar canteadas por los cuatro lados para así hacerlas rectas y lisas. Esta capa de aglomerado es más gruesa que la de un diseño de cocina con puertas de melamina, por lo tanto son más resistentes.
La marca formica dispone de varias calidades, dependiendo de la densidad del aglomerado y adquieren gran brillo pero no son como las puertas lacadas. Este tipo de puertas también son de fácil limpieza y son más resistentes a los golpes y ralladuras que las puertas de melamina.